La pandemia ha permitido compartir conocimientos de la industria cárnica y colaborar a escala global para mantener el suministro de alimentos seguros e inocuos y de esta manera garantizar la continuidad de los negocios.
De tal modo, la cultura de la inocuidad alimentaria siempre ha sido incorporada en los códigos Safety Quality Food (SQF) o Seguridad Alimentaria de Calidad.
Lo anterior se desprendió del encuentro virtual organizado por la Asociación Nacional de Establecimientos TIF (ANETIF), el Organismo de Certificación de Establecimientos TIF (OCETIF) y especialistas en SQF con la comunidad de seguridad alimentaria de habla hispana a quienes les informaron sobre el programa de conceptos básicos de SQF: Una solución para proveedores pequeños y medianos que desean llevar su programa existente al siguiente nivel.
El experto en medidas fitosanitarias en inocuidad de alimentos, Luis Alberto Cruz García, y representante del instituto SQF en México, indicó que durante los 16 años que lleva el programa de certificación en el país, se ha visto cómo las Pymes son importantes en la proveeduría de insumos, ingredientes, materiales de empaque, materias primas, “y que, por supuesto, muchas veces por la misma velocidad del desarrollo de los negocios, estas micro, pequeñas y medianas empresas, se enfrentan al reto de tener un hombre orquesta”, comentó.
Cruz García explicó a la comunidad de seguridad alimentaria que SQF es un sistema integrado de inocuidad y calidad de alimentos que está diseñado para toda la cadena de suministros, literalmente desde el huerto hasta la mesa del consumidor.
Este esquema global asegura a los consumidores y distribuidores que la empresa certificada con SQF brinda alimentos altamente confiables desde la inocuidad y calidad.
SQF es una certificación para procesos y productos aplicable a los diferentes sectores de la cadena de suministro como: producción primaria, procesamiento, transporte, almacenamiento, distribución, empaque y servicio de alimentos; abarcando alimentos de cualquier origen. También es sinónimo de confianza en alimentos y como certificación es reconocida por la Iniciativa Global de Inocuidad Alimentaria (GFSI).
Cruz García dio a conocer que existen empresas que tiene de 5 a 10 empleados que han hecho el esfuerzo e implementado estos programas en sus plantas estableciéndose al nivel de los grandes jugadores en el sector alimentos. Asimismo, detalló que existen pequeñas y medianas empresas certificadas y que están incorporadas a canales de proveeduría de todas estas grandes marcas (buscado un estándar confiable, transparente e íntegro) para ofrecer sus insumos, materiales, y materia prima.
CARNE DE CERDO, CERTIFICADA
"Particularmente para el sector cárnico, las empresas líderes en los programas tipo inspección federal, en los procesados de alimentos y en exportación de productos cárnicos están certificadas y trabajan con el sistema SQF. Un ejemplo, la carne de cerdo que se exporta a Japón, cuenta con certificado SQF y cada vez vemos un mayor interés de empresas por lograr esta certificación”, añadió Luis Alberto Cruz García.
El representante del instituto SQF en México indicó que existe la posibilidad de que organismos de certificación nacionales con presencia local puedan acreditarse a través de una entidad de validez reconocida por el instituto de acreditación SFQ y el EMA, lo que permite superar barreras de idioma, tiempos, trámites y costos.
Algunos de los participantes cuestionaron sobre las oportunidades al implementar el programa Fundamentos de SQF (SQF Fundamentals), ya sea en el sector primario o en la manufactura.
Los Códigos SQF Fundamentals se desarrollaron utilizando el conjunto de herramientas del Programa de Mercados Globales de GFSI, que cumple con los requisitos de minoristas y compradores como un nivel de entrada en las certificaciones de la Iniciativa Global de Inocuidad Alimentaria (GFSI).
IMPLEMENTA AGROSIERRA VISTA SQF FUNDAMENTALS
Esta pequeña empresa de Coahuila, procesadora de chiles frescos, de la variedad cayena, escogió este programa al ser exigido “por su validez” por su cliente estadounidense y por ser el más viable para su procesadora. En su implementación adecuaron la infraestructura, capacitaron al personal, hicieron su código para la producción de campo y lograron un reglamento para enviárselo a los proveedores.
Ramón González Gómez, de la empresa Agro Sierra Vista, agregó finalmente que “si las Pymes desean certificarse pueden optar por criterios como cumplir con el Programa Global Markets de GFSI e implementar el Programa de Fundamentos de SQF básico o intermedio, entre otros factores que les permitirán un mejor desempeño en el mercado.
Finalmente, Mónica Ghenno Marchand, directora del Organismo de Certificación (OCETIF), presentó el esquema de inocuidad para el desarrollo de proveedores llamado Global Markets (Mercados Globales), el cual fue creado para que los proveedores de la industria alimentaria, particularmente las pequeñas y medianas empresas, vayan paulatinamente incorporando los requisitos de inocuidad y a la larga logren participar en los mercados más exigentes.
Se estima que un 57% de las empresas utiliza Global Markets para aprobar y desarrollar proveedores. Sin embargo, es necesario darle un mayor impulso y compromiso buscando que al cumplirlo, la participación en los mercados globales sea mayor.
El esquema no tiene limitación ya que pueden incorporarlo plantas de frutas y hortalizas frescas; plantas de alimentos balanceados, de productos cárnicos, de lácteos y de comidas preparadas.